lunes, 6 de septiembre de 2010

Ruta por Francia y Bélgica en coche. Quinto día.

Quinto día. Bruselas.

Con el problema del alojamiento más ó menos solventado, nos levantamos y preparamos para pasar el día en Bruselas.

Hacemos el check-out del hotel y dejamos todo en el coche para ir al centro. A las 14 horas ya podremos acceder al aparta-hotel y dejaremos todo allí.

Durante la mañana en Bruselas comprobamos que el centro de Bruselas en muy bonito, que se recorre en poco tiempo ya que es pequeño y que hay mucha gente. Aprovechamos para visitar los sitios más famosos ( la Grand Place, Grote Markt, el Manneken Pis, la catedral, etc ) así como alguna cervecería emblemática como la Mort Subite ( me tomé una Orval ) y la Roi de Espagne ( donde tomamos una Jupiler y una Gueuze Belle-Vue ).


Gracias Ángel por la guia de cervecerías, unos sitios estupendos para disfrutar de la gran variedad de cervezas que hay en Bélgica.


Comemos un típico cucurucho de patatas fritas ( muy famosas ) y que a nosotros nos supieron como las típicas patatas que te puedes comer en sanfermines en cualquier puesto.

Después de esto, vamos al aparta-hotel, dejamos todo y echamos una siesta para coger fuerzas para la tarde-noche.

A la tarde salimos a dar una vuelta y entramos en el primer garito ( Au Bon Vieux Temps ), donde encontramos a una camarera gallega, que muy simpática nos sirve unas Westmalle ( triple y doble ) y nos aconseja un sitio donde comer unos buenos mejillones, Chez Leon.




En Chez Leon procedemos a cenar ( muy bien por cierto ) y a seguir nuestro paseo nocturno por Bruselas. Ana toma una infusión (manzanilla ) y yo una Kwak, que por cierto me sabe a gloria. Nos sorprende el precio de la infusión ( 3,10€ ) que cuesta casi como una cerveza y más que un refresco.

Después localizamos el Theather Toon ( un lugar pintoresco y que si no te fijas te lo pasas sin darte cuenta ) donde degustamos una Leffe y una Cantillon Geuze. Esta última es una cerveza de fermentación espontánea y a mi me parece más una sidra sin romper que una cerveza.




Nos vamos acercando al aparta-hotel y paramos a echar la última en un bar de la zona, concretamente el bar se llama Pintxo y está situado en el barrio gay de Bruselas. Aquí es donde la liamos parda. En el Pintxo lo pasamos bien y decidimos seguir la juerga por los bares de alrededor. Primero en un bar muy chulo, con dj y muy buen ambiente. Después a uno donde servían junto a las copas ( si quieres claro ) una sisa para fumar. Aquí Ana tomó un Cosmopolitan y yo un Gin Kas ( que casi no logro explicarle al camarero lo que quería ). La última la echamos en el Homo Sapiens.

Como podéis imaginar acabamos bastante perjudicados. Menos mal que estábamos al lado del aparta-hotel y llegamos sin problemas, pero el día de después......

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