jueves, 9 de septiembre de 2010

Ruta por Francia y Bélgica en coche. Décimo día.

Décimo día. Mont St. Michel-St. Malo.




Con las indicaciones de una pareja de españoles que nos encontramos en el hotel de Caen, decidimos madrugar y salir pronto hacia Mont St. Mitchel, para llegar allí a buena hora puesto que luego se debe poner insoportable de gente.



Llegamos allí a las 8:30 horas y ya hay gente en la calle, aunque es todavía transitable. Le verdad es que el madrugón ha merecido la pena para ver esta joya que es además Patrimonio Mundial por la Unesco. A la abadía no se puede entrar con perros, así que nos dividimos y yo entro a realizar la visita mientras Ana recorre los alrededores.





La visita a la abadía está muy bien y es recomendable. Cuando salgo de la misma, la cola para entrar ha aumentado considerablemente y las calles empiezan a estar atestadas de gente. Partimos hacia St. Malo a las 11:30 horas y sigue llegando gente a Mont St. Mitchel. Menos mal que hemos madrugado.



Llegamos a St. Malo hasta la zona de intramuros y comemos en un restaurante nada más llegar para coger fuerzas para la visita. Es un garito dentro de las murallas muy bonito y a un precio razonable ( 40€ los dos, con un postre y 2 cafés ).





Tras coger fuerzas, realizamos la visita a St. Malo que resulta un sitio precioso. Nos encantaron las murallas y sus playas. Merece la pena venir a St. Malo, la verdad. En St. Malo compramos también unos dulces alucinantes llamados Kouign Amann ( hay que probarlos ).






De ahí al hotel en Quimper ( otro F1 igual que el de Caen ) ya que estamos molidos de la paliza del día y de la acumulación del viaje. Mañana afrontaremos ya nuestro último día.

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